Violencia con armas en EE.UU. es una "vergüenza internacional": Joe Biden
A causa de tiroteos murieron 18 personas en marzo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este jueves que la violencia con armas de fuego en su país es una "epidemia" y una "vergüenza a nivel internacional", al anunciar una serie de medidas para frenar, entre otras cosas, la proliferación de pistolas de fabricación casera.
"Ya basta. Basta. Basta", clamó el presidente durante un discurso en la Casa Blanca.
Cada día mueren 106 personas por disparos de armas de fuego en Estados Unidos y los tiroteos masivos son frecuentes, recordó Biden, pero el Congreso estadounidense lleva más de dos décadas sin aprobar una reforma significativa para aumentar el control de esas pistolas y rifles.
"La violencia armada en este país es una epidemia. Y es una vergüenza a nivel internacional", subrayó Biden.
El presidente describió además el problema como una "crisis de salud pública" y una "mancha en el carácter" de EE.UU., después de recalcar que la violencia armada no solo consiste en tiroteos masivos, sino en homicidios que afectan sobre todo a negros y latinos, además de resultar en asesinatos machistas.
"Cada mes, a una media de 53 mujeres les disparan y son asesinadas por su pareja", lamentó el mandatario.
Como hizo después de los tiroteos de marzo en Boulder (Colorado) y Atlanta (Georgia), que dejaron 18 muertos, Biden pidió que el Congreso estadounidense prohíba las armas de asalto y los cargadores de munición de gran capacidad, entre otras medidas.
Sin embargo, es improbable que esas iniciativas salgan adelante en el Senado, donde la minoría republicana tiene los votos suficientes para impedir cualquier cambio en ese sentido.
Por eso, Biden anunció este jueves varios decretos para avanzar de forma unilateral en el problema, aunque insistió en que no se "rendirá" en su presión al Congreso para que apruebe reformas de mayor calado.
Entre las nuevas acciones del mandatario destaca una para frenar la proliferación de armas de fabricación casera, conocidas como "ghost guns" y que permiten, a partir de kits con piezas, ensamblar en aproximadamente media hora pistolas que son difíciles de rastrear para las autoridades, porque carecen de número de serie.
También reveló medidas para promover que los estados permitan a jueces restringir el acceso de armas a determinadas personas, la redacción de un informe sobre tráfico de armas y la financiación de programas para reducir la violencia armada en entornos urbanos.
EFE